Encuentro tercer año de formación, Misioneras de los Enfermos Cristo Esperanza en Chile
14 al 19 Enero 2016 – “La esperanza es gozosa, paciente y confiada”
Gozosa por el bien que se espera y la ilusión con que se espera.
La alegría y la paciencia son dos alas que nos permiten volar por encima de todas las dificultades.
La esperanza cristiana tiene su fundamento en Dios, quien nunca nos miente (Heb 6,18) porque “el permanece fiel” (2 Tim 2,13)
Debemos esperar con paciencia y confianza un mundo mejor y debemos hacerlo con una espera activa y colectiva; debemos esperar tal como como la madre, el enfermo, el privado de libertad…, como tanta gente que vive de esperanza. Es necesario que brote la esperanza en nuestras vidas. “Dios difiriendo su promesa, ensancha el deseo; con el deseo ensancha el alma y ensanchándola, la hace capàz de sus dones. Deseemos y pidamos al Señor, que fortifique nuestros corazones, que haga fuerte las rodillas de los dèbiles, que cure las heridas de los enfermos, que devuelva la alegría y la esperanza a los tristes y deprimidos.
Si abrimos la puerta a la esperanza, todo recobra luz y color; todo se llena de sentido y la vida brota en pleno invierno. Cada dìa se nos repite: brotarà un renuevo del tronco de Jesè. Sobre èl se posarà el espíritu del Señor. Y èl podrá llenarlo todo de espíritu nuevo, de ideales nuevos, de valores nuevos, de gracia.
La misma realidad cambia según la veo yo y se la hago ver a los demás.
Dichosos aquellos que ayudan a los otros a aligerar la carga de la vida, a encontrar razones y alegrìas para vivir.
Mary Montserrat