Sobre Nosotros

HISTORIA DE LA ORDEN CAMILIANA


La Orden de los Ministros de los Enfermos (o Camilianos o Camilos), tiene sus comienzos en 1582, como una congregación fundada por san Camilo, quien atento a las necesidades y movimientos del Espíritu, congrega un grupo de hombres que se ponen por misión servir a los enfermos no por dinero, sino por amor.

Durante su historia, la Orden ha tenido más de trescientos mártires, quienes entregaron su vida al servicio de los enfermos contagiados con las pestes que asolaban Europa. Donde se daba la alarma de peste, los Camilos concurrían rápidamente para hacerse siervos de los enfermos, muchas veces “peleándose” el honor de ir y ofrecerse íntegramente por aquellos de quienes todos huían.

La situación hospitalaria del siglo de san Camilo reclamaba con urgencia esta fundación que se extendió por Italia, España, Francia y luego a Latinoamérica en 1709. La cruz roja sobre el hábito de los Camilos ha sido y es signo de esperanza y amor misericordioso por más de cuatro siglos. La apertura de misiones en Brasil, China, África, Filipinas, India y el oriente ha extendido el don precioso de servir a los enfermos “con el amor de una madre por su único hijo enfermo”.

En América latina, la historia comenzó a escribirse en 1709, con la llegada del padre Golbodeo Carami a Lima, capital del virreinato del Perú. Desde allí se extendió por Colombia, Ecuador, México, Bolivia y Chile. En nuestro país la presencia camiliana se remonta en un primer momento a los años 30’s del siglo XX, en que un grupo de religiosos se hace cargo de la capellanía de algunos hospitales de Santiago y de la Parroquia Santo Domingo de Guzmán. Por falta de personal, la misión se cierra en 1948 y Chile no volverá a ver trabajar a los religiosos Camilos sino hasta el año 2005.

Hoy la Orden sigue avanzando por el camino de la caridad trazado por San Camilo, Reconoce los desafíos que impone la cultura actual y se proyecta en busca de dar respuestas integrales a los hombres de hoy en el campo de la salud. Cada día vamos construyendo nueva historia a la luz de nuestra espiritualidad, fieles a nuestro carisma.