La vida religiosa lleva a dejar una familia de sangre por entrar a una familia carismática. Esto significa que la alegría que se vive en la familia siempre esté presente, pero como comunidad. Las dos familias religiosas de los Camilos en Chile y de las Carmelitas de Santa Teresa de Jesús argentinas-chilenas, después de la Misa de la noche del 24 de diciembre, se han reunido en una cena animada por cantos navideños cantados por los mismos religiosos y religiosas. “Donde hay religiosos hay alegría” dice el Papa Francisco.