Victoria nació 10 años atrás en el hospital parroquial de San Bernardo y se complicó con un derrame cerebral que la dejó en estado vegetativo persistente. Gracias a los capellanes camilianos del hospital, la mamá la bautizó y confirmó y le dio todo su amor, todos los días de su vida. Hoy Victoria es feliz y hace feliz a tanta gente que la visita con su sonrisa y, como pueden ver, ha festejado su aniversario con tanto otros niños. Esto es para que todos los que quieren matar con eutanasia a los pacientes de estado vegetativo persistente, a fin de que cambien a una cultura de vida. no es obligatorio el bienestar para ser felices en esta vida.